Un pequeño taller creado en Olot en el año 1916 y la escasez de portalámparas del momento, fue el inicio de lo que hoy, 100 años después, es el grupo Simon. Un grupo que sigue liderado por la cuarta generación de la familia y con una presencia en más de 90 países.
El reconocimiento de su marca radica en que ha formado parte de la vida de muchas personas, de su día a día y de su entorno. Simon suele ser para el usuario un detalle de uso común para un acto que integramos inconscientemente a nuestro paso: encender y apagar la luz. Pero cada vez son más las funciones digitales y automáticas que involucran los productos Simon en la cotidianeidad de las personas.
La trayectoria y el alcance de la compañía a nivel internacional cubre áreas de negocio que van desde el pequeño material eléctrico, la conectividad para puestos de trabajo, la iluminación interior y urbana y los sistemas de control, hasta la recarga de vehículos eléctricos, donde el diseño y la tecnología están sometidos a constantes procesos de investigación y mejora.
La experiencia industrial primaria es un activo esencial para Simon, entendida como el conocimiento de origen del proceso de producción de cualquier producto, incluso diseñando maquinaria propia. La filosofía de expansión trata también de ser especialista local, con centro productivo propio, comercialización, logística y marketing, para adaptarse a normativas y exigencias locales.